miércoles, 18 de marzo de 2009

Resto Diurno

Sin dudas una de las cosas que me hacen empezar el día con el pie incorrecto es haber dormido mal. Varias pueden ser las razones, y se multiplican aún más en el lapso entre que uno apaga la luz y logra concebir el sueño. Los ruidos externos se amplifican poniéndose en primer plano, los internos se fusionan con los primeros formando una orquesta del silencio. El segundero del despertador suena más fuerte que cualquier otra noche, las voces nocturnas forman un coro haciendo crujir las paredes de mi habitación. Todos estos elementos constituyen una perfecta trama sonora que caracteriza el hogar de cada uno a modo de paradigma. Ninguna casa o departamento se va a parecer a otro, cada una de ellas/os representan un mundo diferente, y no solo por sus sonidos, sino también, por los individuos que están en su interior.
De noche, rara vez el sueño me busca, por lo general me acuesto porque ya es tarde, casi como una obligación, y en el momento en que apoyo la cabeza en la almohada suelo estar más de una hora dando vueltas sobre mi cuerpo mientras los recuerdos aparecen, una y otra vez. Por momentos, son monotemáticos y por momentos no, algunos generan alegría, otros angustia. Éstos últimos son los que, particularmente, dejan su marca en mi descansar, armando un combo no ideal para mi día, haciéndolo comenzar seis horas antes de que suene el despertador. Hay días que lo monotemático se torna aburrido y opto por dejarlo, y hay días que parece ser lo único que hay en el menú. Quisiera poder cambiar de comida y así disfrutar de otro sabor, pero para que esto ocurra, primero, debo cambiar de restaurant.

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1 comentario:

  1. Nosotros, los noctámbulos del mundo...
    Mis ojos nunca logran cerrarse tampoco antes de las 2, 3 de la mañana, pero mi cuerpo viene encontrando en eso cierta energía renovadora..

    No había escuchado la música de "¿El medio es el mensaje? (McLuhan dixit)". De quién es?

    Saludos, Proemio, a su salud nocturna...

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