viernes, 18 de marzo de 2011

Cortázar en Devoto

por Pedro Cazes Camarero

Agonizaba la dictadura de Lanusse y yo estaba preso en la cárcel de Villa Devoto. Ya habían tenido lugar las elecciones y faltaba poco para que asumiera Cámpora. Dormíamos. Eran las tres de la mañana cuando un guardiacárcel me despertó. En una piecita con un sofá desvencijado esperaba Paco Urondo, restregándose los ojos. También a él acababan de despertarlo. “Oiga” dijo Paco al yuga que acababa de llegar conmigo: “¿Qué pasa?”. El sujeto se rascó la cabeza. “No sé, don” confesó. “Uno alto”. Irrumpió un oficial con unos papelitos. “¿Ustedes son amigos de este Cortázar?” Nos miramos con Paco. “Sí”. “Bueno, firmen la autorización de visita”. Eran las cuatro menos cuarto. Entró Julio, enfurecido y triunfante. “No saben el quilombo que tuve que hacer para entrar”. Acababa de llegar a Buenos Aires, explicó, y se vino directamente a Devoto. Golpeó. Le abrieron una ventanita. Pidió vernos. Le cerraron la ventanita en la nariz. Volvió a golpear. No le abrieron. Pateó la puerta y se puso a gritar. Llegó un patrullero, convocado por la guardia de la cárcel. Se identificó. El cana del patrullero parlamentó con el oficial a cargo. “¿Sos pelotudo?” contó Julio el diálogo. “¿Querés salir en lo diario, querés?” Lo dejaron entrar. Nos pusimos a tomar mate. “Traje guita” dijo Julio. “Gracias” le dijimos. “Con eso compramos fasos, dulce de leche”. “No, giles” dijo Julio. “Mucha guita” y empezó a sacar puñados de plata, a montones, de los bolsillos de la campera. “Pará, loco” dijo Paco. “Guardá eso, qué hacés”. Era el adelanto por el Libro de Manuel. “Entonces se la voy a donar a la comisión de familiares de presos políticos”. “¿A cuál?” pregunté yo. “¿Cómo a cuál?” “Hay dos”, explicó Paco. “una de los perros y otra de los montos”. “Ah nonono” dijo Julio. “Si no se unen no les doy nada”. “Pero Julio” dijo Paco, “es un problema político complicado”. “Eso” dije yo. “Entonces juéguensela a la perinola”, propuso Julio. “¿Què?”... “esta perinola” y sacó una perinola del bolsillo. “Bueno” dije yo. “Pero vos estás mamado”, me dijo Paco. “Cómo nos vamos a jugar la guita a la perinola a las cuatro de la mañana y en cafúa”. “Ma sí”, dijo Julio. “Garren la mosca y dividanselá”. “Mirá”, dijo Paco, “Mejor llevásela a Ortega Peña o alguien y que la reparta con los familiares”. “Sí, mejor”, dije yo. “Así siempre nos van a romper el culo”, comentó Julio.

Los sucesos relatados transcurrieron a principios de 1973. Pocos meses
después, Julio y Paco estaban escribiendo en crisis. Este texto fue escrito al
final de la dictadura de Bignone, en 1983, poco después de que su autor fuera
dejado en libertad, luego de una década de encarcelamiento.


fuente: Revista Crisis Nº2

miércoles, 13 de octubre de 2010

Balderrama

Balderrama - Zamba

Letra: Manuel José Castilla
Música: Cuchi Leguizamón

A orillitas del canal,
cuando llega la mañana,
sale cantando la noche,
desde lo de Balderrama.

Adentro, puro temblor,
el bombo con la baguala
y se alborota quemando
dele chispear, la guitarra.

Lucero solito,
brote del alma,
¿dónde iremos a parar,
si se apaga Balderrama?

Si uno se pone a cantar,
un cochero lo acompaña
y en cada vaso de vino
tiembla el lucero del alba.

Zamba del amanecer,
arrullo de Balderrama,
llora por la medianoche;
canta por la madrugada.



martes, 10 de agosto de 2010

Grandes invenciones de la humanidad

Por Eduardo Galeano

La puerta giratoria

La puerta que gira fue inventada en Berlín, en 1881, para evitar el frío, el viento, la nieve, el polvo y el ruido.

Más de dos siglos después, sirve también para circular, gira que te gira, entre los negocios, la política y la guerra.

Algunos casos más o menos recientes, en los Estados Unidos:

Robert McNamara encabezó la empresa Ford, donde hizo lo que pudo contra la naturaleza y contra los peatones distraídos, hasta que un giro de puerta lo lanzó a dirigir la matanza de Vietnam, durante unos cuantos años, y culminó su carrera exterminando países desde el Banco Mundial;

Donald Rumsfeld fue jefe de gabinete del gobierno de los Estados Unidos, desde allí la puerta giratoria lo arrojó a una fábrica de Monsanto, la serial killer multinacional, donde legalizó venenos que habían sido prohibidos, hasta que la puerta giró nuevamente y apareció conduciendo la guerra de conquista del petróleo de Irak;

Dick Cheney encabezó el Pentágono en el gobierno de Bush Padre y regaló jugosos contratos militares a su empresa Halliburton, y de ahí pasó al gobierno de Bush Hijo, donde se ocupó de la demolición y la reconstrucción de Irak en beneficio de Halliburton, siempre en el centro de su generoso corazón.

Y el vaivén de la puerta no paró.

A mediados del año 2009, el presidente Obama colocó a Michael Taylor a la cabeza del organismo público que controla los alimentos y los medicamentos que se venden en el país. Taylor ya había trabajado allí. Había sido él quien dio el visto bueno a las hormonas transgénicas para vacas lecheras, que pueden producir cáncer, y había autorizado que esa leche se vendiera sin ninguna advertencia en el envase. Monsanto expresó su gratitud otorgando a Taylor el cargo de vicepresidente de la empresa.

El paraguas

Hace unos dos mil cuatrocientos años, los chinos usaban paraguas de varillas plegables.

El modelo no ha cambiado mucho, pero hay ciertos instrumentos, de uso más exclusivo, que se usan para atravesar las grandes tormentas históricas.

Esos paraguas extraordinarios salvaron a los altos ejecutivos que perdieron sus empleos, durante la crisis que está castigando al mundo.

En cifras redondas:

Robert Eaton, directivo de Chrysler, recibió un consuelo de ciento treinta millones de dólares;

Lee Raymond, de la petrolera Exxon, trescientos cincuenta millones de dólares;

Robert Nardelli, de la constructora Home Depot, doscientos diez millones;

Hank McKinnell, de la farmacéutica Pfizer, doscientos millones.

Lloyd Blankfein, de la financiera Goldman Sachs, no perdió su empleo, pero tuvo que reducir su salario anual, que era de unos cincuenta millones de dólares: lo que le quedó alcanzó para evitar que la crisis lo ahogara.

El semáforo

El primer semáforo funcionó, desde fines de 1868, frente al Parlamento británico.

En nuestro tiempo, otros semáforos, mucho más poderosos, dirigen el tráfico mundial.

En casi todos los países del norte, la luz roja impide la circulación de herbicidas, pesticidas y abonos químicos que contengan abamectina, acefato, carbofurano, cihexatina, endosulfato, forato, fosmet, lactofem, metamidofós, paraquate, parationa metílica, tiram y tricloform.

En casi todos los países del sur, la luz verde da la bienvenida a esos mismos agrotóxicos, venenosos para la salud humana, que los países del norte les venden.

¿Quién maneja los semáforos?

¿Quién gobierna a los gobiernos?

El ascensor

Según dicen, el primer ascensor fue un sillón con roldanas, que el gordísimo rey inglés Enrique VIII inventó, hace siglos, para evitar las escaleras del palacio.

Más modernos ascensores utilizó Silvio Berlusconi para subir hacia el poder absoluto en Italia.

En el año 1984, Bettino Craxi, socialista, presidente del Consejo de Ministros, firmó un decreto-ley que bendecía el monopolio de Berlusconi sobre la televisión privada.

Craxi lo había conocido en un crucero, donde Silvio animaba a los pasajeros con sus chistes y sus canciones. Atraído por su insuperable vulgaridad y su extraordinario mal gusto, Craxi le juró amistad eterna y eterna televisión.

La tele fue el principal ascensor de Berlusconi hacia el poder político. El fútbol también ayudó, desde que compró el club Milan y ganó varias torneos. Electo y reelecto varias veces por el voto popular, ejerció el gobierno de Italia y del Milan, se convirtió en uno de los hombres más ricos del mundo y en el campeón mundial de la impunidad, atravesó invicto una infinidad de procesos judiciales y no estuvo ni un solo día preso, mientras convertía sus vicios en admirables virtudes y sus estafas en hazañas dignas de aplauso.

El chivo expiatorio

Según antiguas tradiciones religiosas, un macho cabrío cargaba los pecados de todos y era castigado con la expulsión al desierto.

Esa invención ha servido y sigue sirviendo para descargar sobre espaldas ajenas la responsabilidad de nuestras desgracias y nuestras culpas.

Algunos pueblos, como por ejemplo los judíos y los gitanos, vienen trabajando de chivos expiatorios desde hace mucho tiempo.

A mediados del año 2008, la revista italiana Panorama, que pertenece a Berlusconi, tituló, en portada: Nacidos para robar.

Se refería a los gitanos; y según las encuestas, la opinión pública coincidía con este veredicto genético.

Poco antes, Alfredo Mantovano, viceministro del gobierno de Berlusconi, había desarrollado la idea, en la televisión de Berlusconi:

–Los gitanos son una etnia inclinada al robo y al secuestro de niños.

O sea: ladrones y, para peor, ladrones de niños.

La Justicia italiana no había comprobado la veracidad de ninguna denuncia de secuestro de niños por gitanos; pero ese detalle carecía de importancia.

Fuente: Página 12, Martes 3 de agosto 2010.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Portugueses

de Rodolfo Walsh


1) El primer portugués era alto y flaco.
El segundo portugués era bajo y gordo.
El tercer portugués era mediano.
El cuarto portugués estaba muerto.

2) -¿Quién fue? -preguntó el comisario Jiménez.
a. Yo no -dijo el primer portugués.
b. Yo tampoco -dijo el segundo portugués.
c. Ni yo -dijo el tercer portugués.
El cuarto portugués estaba muerto.

3) Daniel Hernández puso los cuatro sombreros sobre el escritorio.
El sombrero del primer portugués estaba mojado adelante.
El sombrero del segundo portugués estaba seco en el medio.
El sombrero del tercer portugués estaba mojado adelante.
El sombrero del cuarto portugués estaba todo mojado.

4) -¿Qué hacían en esa esquina? -preguntó el comisario Jiménez.
a. Esperábamos un taxi -dijo el primer portugués.
b. Llovía muchísimo -dijo el segundo portugués.
c. ¡Cómo llovía! -dijo el tercer portugués.
El cuarto portugués dormía la muerte dentro de su grueso sobretodo.

5) -¿Quién vio lo que pasó? -preguntó Daniel Hernández.
a. Yo miraba hacia el norte -dijo el primer portugués.
b. Yo miraba hacia el este -dijo el segundo portugués.
c. Yo miraba hacia el sur -dijo el tercer portugués.
El cuarto portugués estaba muerto. Murió mirando al oeste.

6) -¿Quién tenía el paraguas? -preguntó el comisario Jiménez.
a. Yo tampoco -dijo el primer portugués.
b. Yo soy bajo y gordo -dijo el segundo portugués.
c. El paraguas era chico -dijo el tercer portugués.
El cuarto portugués no dijo nada. Tenía una bala en la nuca.

7) -¿Quién oyó el tiro? -preguntó Daniel Hernández.
a. Yo soy corto de vista -dijo el primer portugués.
b. La noche era oscura -dijo el segundo portugués.
c. Tronaba y tronaba -dijo el tercer portugués.
El cuarto portugués estaba borracho de muerte.

8) -¿Cuándo vieron al muerto? -preguntó el comisario Jiménez.
a. Cuando acabó de llover -dijo el primer portugués.
b. Cuando acabó de tronar -dijo el segundo portugués.
c. Cuando acabó de morir -dijo el tercer portugués.
Cuando acabó de morir.

9) -¿Qué hicieron entonces? -preguntó Daniel Hernández.
a. Yo me saqué el sombrero -dijo el primer portugués.
b. Yo me descubrí -dijo el segundo portugués.
c. Mi homenaje al muerto -dijo el portugués.
Los cuatro sombreros sobre la mesa.

10) a.. Entonces ¿qué hicieron? -preguntó el comisario Jiménez.
b. Uno maldijo la suerte -dijo el primer portugués.
c. Uno cerró el paraguas -dijo el segundo portugués.
d. Uno nos trajo corriendo -dijo el tercer portugués.
El muerto estaba muerto.

11) a. Usted lo mató -dijo Daniel Hernández.
b. ¿Yo señor? -preguntó el primer portugués.
c. No, señor -dijo Daniel Hernández.
d. ¿Yo señor? -preguntó el segundo portugués.
e. Sí, señor -dijo Daniel Hernández.

12) -Uno mató, uno murió, los otros dos no vieron nada -dijo Daniel Hernández.

Uno miraba al norte, otro al este, otro al sur, el muerto al oeste. Habían convenido en vigilar cada uno una bocacalle distinta para tener más posibilidades de descubrir un taxímetro en una noche tormentosa.

"El paraguas era chico y ustedes eran cuatro. Mientras esperaban, la lluvia les mojó la parte delantera del sombrero."

"El que miraba al norte y el que miraba al sur no tenían que darse vuelta para matar al que miraba al oeste. Les bastaba mover el brazo izquierdo o derecho a un costado. El que miraba al este, en cambio, tenía que darse vuelta del todo, porque estaba de espaldas a la víctima. Pero al darse vuelta, se le mojó la parte de atrás del sombrero. Su sombrero está seco en el medio, es decir, mojado adelante y atrás. Los otros dos sombreros se mojaron solamente adelante, porque cuando sus dueños se dieron vuelta para mirar el cadáver, había dejado de llover. Y el sombrero del muerto se mojó por completo al rodar por el pavimento húmedo."

"El asesino usó un arma de muy reducido calibre, un matagatos de esos con que juegan los chicos o que llevan algunas mujeres en sus carteras. La detonación se confundió con los truenos (esa noche hubo una tormenta eléctrica particularmente intensa). Pero el segundo portugués tuvo que localizar en la oscuridad el único punto realmente vulnerable a un arma tan pequeña: la nuca de su víctima, entre el grueso sobretodo y el engañoso sombrero. En esos pocos segundos, el fuerte chaparrón le empapó la parte posterior del sombrero. El suyo es el único que presenta esa particularidad. Por lo tanto es el culpable."

El primer portugués se fue a su casa.
Al segundo no lo dejaron.
El tercero se llevó el paraguas.
El cuarto portugués estaba muerto.
Muerto.

martes, 27 de abril de 2010

"Ellos"

Ellos y vos,
Ellos y nosotros,
Ellos quieren que vos no sepas,
Ellos quieren que nosotros no sepamos,
Ellos quieren que vos sepas lo que Ellos quieren que sepas,
Ellos quieren que no sepamos.

Ellos quieren que vos hables de lo que Ellos quieren que se hable,
Ellos quieren que no hablemos,
Ellos quieren que les crean, aunque carezcan de credibilidad,
nosotros no les creemos.

¿Quién sos vos?
¿Quiénes somos nosotros?
¿Quiénes son Ellos?

Vos existís,
nosotros existimos,
Ellos...no.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Nunca Más!!!!! Ni olvido ni perdón!!!

La frase que sigue resume el desempeño y la complicidad de los medios masivos de comunicación a lo largo de los años más oscuros y nefastos de nuestra historia.

"El periodismo es libre o es una farsa"
Rodolfo Walsh



Diario Clarín - 24 de marzo 1976

Diario La Nación - 24 marzo 1976

Diario La Razón 30 de septiembre 1976

Diario La Nación 11 de febrero 1977
Explicación del diario acerca de qué son los derechos humanos.


Fuente: "Decíamos ayer. La prensa argentina bajo el proceso", de Eduardo Blaustein y Martín Zubieta, Ed: Colihue.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Libros

"Se viene a la vida como cera, y el azar nos vacía en moldes prehechos. Las convenciones creadas deforman la existencia verdadera. Las redenciones han venido siendo teóricas y formales, es necesario que sean efectivas y esenciales. La libertad política no estará asegurada mientras no se asegure la libertad espiritual. La escuela y el hogar son las dos cárceles formidables del hombre."

José Martí