jueves, 6 de agosto de 2009

Lo cotidiano de lo mono...

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Pez - Cae y nada pasa

Uno suele (suelo) preguntarse regularmente que es lo mejor para si uno al poner sobre la mesa las actividades y ocupaciones que realiza. Suele caerse en una monotoneidad en la que es inevitable no sumergirse, y esto hace que cuestionemos (cuestione) o pongamos en duda lo que estamos haciendo. Nada nos salva, en mayor o menor medida, de lo monótono, aunque probablemente encontremos una serie de cosas que compensen este "desvalor"...tal vez una de ellas sea el hecho de creer, valga la redundancia, en eso que realizamos día a día; el "creer" es inseparable del "gustar" y del "sacrificio/esfuerzo", y de muchos más. Ni toda la plata del mundo (aunque algunos digan que sí) puede transformar nueve o diez horas de trabajo diario multiplicado por 365 días y no se cuantos años más, en algo ameno y provechoso para uno, y luego volver a casa y poder decirse que lo que hizo lo llenó cuando no se cree en eso...no puedo imaginar mi día de esa manera, menos aún mi vida...es necesario "creer" en uno, aunque pueda sonar un tanto egoísta, no es esa la intención. "Creer" y "gratificar" son los verbos madres de esta cuestión, pero también hay que tener en cuenta que existe una realidad que nos tocó y que les toca a muchos, y es la de no poder trabajar de lo que uno siente o para lo cual uno se preparó. No hay que ser hipócrita y decir o pensar que el salario no importa, y menos aún en los tiempos que nos toca vivir, pero como compararlo a nivel valorativo con la sensación que nos deja un trabajo bien hecho o esa marca propia que cada uno escribe en su desarrollo como persona, empleado, estudiante, etc, la sensación de ser agradecido, sin importar la cantidad, por otra/s persona/s no tiene precio ni sueldo que la iguale...es tan simple y complejo como darse cuenta de que uno sirve y es bueno para algo o alguien.
Cuando hacemos una pausa entre tanta vorágine, logramos aislarnos por un instante de todo lo que hay alrededor, quedando frente a frente con nosotros mismos, el aire logra fluir por el cuerpo de manera que podamos ubicarnos en el tiempo y espacio...quizás sea un buen ejercicio(reparador)para repetir un par de veces al día... Suelo quejarme de lo monótono (quien no?), de mi monotoneidad, me impacienta, me inquieta, me dan más ganar de hacer más cosas, pero encontré en esas quejas algo paradógico. Cuando aparece algo en mi cabeza que modifica ese estado cotidiano de lo "mono", también en algún punto, logra hacerme trastabillar...ese algo en mi interior rompe con lo reiterativo del día a día...acaso no es lo que todos queremos? salir de lo monótono?, ésto lo logra...no debería estar bien que así sea? ese algo no es nada concreto, solo una imágen, gratifica verla pero no puedo obtenerla...Finalmente el "creer" y el "gratificar" se enfrentan tirando cada uno para su lado, dos de sus cuatro extremos se alejan lentamente, pero los otros dos siguen estando unidos...esa unión me dice que debo ajustar mi filtro visual y no creer que lo bueno es tan bueno ni lo malo, tan malo.

1 comentario:

  1. La rutina es algo mortificante y a la vez necesario. Igual siempre en el momento menos esperado (Y casi parece un lugar común) algo te cambia y sentis que te salva.
    Aunque a veces te dan ganas de mandar todo a la mismisima mierd... y dejarte vencer. Pero es un constante sentimiento ambivalente que te vence y te regenera a la vez.
    Yo tengo mi teoria un año malo o aburrido y luego otro año mejor. Es así, un constante vencimiento y a la vez regeneramiento. En eso consiste, después de todo, sobrevivir =)
    Beso Panch!

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